Desempaqueta, cuelga...
Esperando en el andén al tren que se dirige a Stratford, me encuentro mirando hacia el cielo, con la boca abierta y dejando escapar el vaho de mi boca como si estuviera fumando. Lo hago repetidamente. Bajo la cabeza poco a poco sin dejar de soltar aire y de reojo observo a un tío clavando la mirada sobre mí. Por su frente arrugada puedo deducir que piensa “¿pero que hace este pobre imbécil?”. Comienzo a cerrar la boca poco a poco hasta que junto los labios disimulando mi estupidez detrás de un silbido que no se cree ni el tipo que me mira, ni yo mismo.
Empieza a hacer mucho frío en Londres. Sin mi gorro me siento como si fuera sin calzoncillos y agradezco sobremanera que mis cascos gigantes cumplan la función de orejeras.
Si, lo sé, solo se ve media cara, pero maldita sea, la función de esta foto es puramente testimonial y es que colgar una foto mía cualquiera supondría ELEGIR entre esa que parece más casual pero que salgo peor y aquella otra en la que salgo mejor pero posando más que Ana Obregón. Lo jodido del asunto perilla no es ya que no exista, lo jodido es que me he acostumbrado a que no exista.
Desde la última vez que escribí he pasado por algunos trabajos más. Lavando platos, sirviendo cafés, cortando coliflores, colgando jerseys en perchas, colgando jerseys en perchas, colgando…
Durante los cuatro días que estuve trabajando en la cocina, me topé con un jefe que… bueno, como explicarlo:
- Excuse me, Can i go to the bathroom?
- Yes, but remember: more of three shakes, its masturbation.
Un puto genio.
Esta semana, me han dado trabajo desde el martes hasta el viernes en una tienda de ropa en el que esta siendo el trabajo más puto desde que estoy aquí. Lo que tengo que hacer básicamente es desempaquetar jerseys y colgarlos en perchas. Fácil si, pero aburrido de cojones. Nueve horas desempaquetando jerseys y colgándolos en perchas en un almacén sin la compañía de absolutamente nadie, más que de la jefa que viene a echar un ojo de vez en cuando y de una radio sintonizada en una emisora muy del palo de Kiss FM.
Lo de no poder hablar con nadie no solo me molesta por estar muriéndome del asco, sino también por no poder practicar el inglés y es que poco a poco parece que me voy enterando de más cosas. Sobre todo va mejorando mi oído y es que cada vez que me hablan tengo que concentrarme como si estuviera jugando al ajedrez para entender lo que me dice por lo complicado del acento inglés, y eso a la larga entrena al oído y cuando me habla un europeo en inglés siento que la claridad se abre ante mí.
Ahora lo que falta es hablar más, y es que lo primero es conseguir expresar de forma fluida el inglés que ya sé, sin pensar en mi cabeza: entonces, si es pasado perfecto tengo que usar el had… Bueno, eso.
Beckham sigue sin saber hablar español, verdad?
Cierro esta mierda de post para comentar que el 23 bajo a Madrid a pasar unos días de navidad con la familia para volver a Londres antes de nochevieja.
Y bueno sí, le hubiera tocado escribir a Gonzalo, pero el pobre hombre está puteado a más no poder en el trabajo. Supongo que ya lo contará él en su próximo post. Desde aquí le mando un mensaje de ánimo para con los japos.
Empieza a hacer mucho frío en Londres. Sin mi gorro me siento como si fuera sin calzoncillos y agradezco sobremanera que mis cascos gigantes cumplan la función de orejeras.
Si, lo sé, solo se ve media cara, pero maldita sea, la función de esta foto es puramente testimonial y es que colgar una foto mía cualquiera supondría ELEGIR entre esa que parece más casual pero que salgo peor y aquella otra en la que salgo mejor pero posando más que Ana Obregón. Lo jodido del asunto perilla no es ya que no exista, lo jodido es que me he acostumbrado a que no exista.
Desde la última vez que escribí he pasado por algunos trabajos más. Lavando platos, sirviendo cafés, cortando coliflores, colgando jerseys en perchas, colgando jerseys en perchas, colgando…
Durante los cuatro días que estuve trabajando en la cocina, me topé con un jefe que… bueno, como explicarlo:
- Excuse me, Can i go to the bathroom?
- Yes, but remember: more of three shakes, its masturbation.
Un puto genio.
Esta semana, me han dado trabajo desde el martes hasta el viernes en una tienda de ropa en el que esta siendo el trabajo más puto desde que estoy aquí. Lo que tengo que hacer básicamente es desempaquetar jerseys y colgarlos en perchas. Fácil si, pero aburrido de cojones. Nueve horas desempaquetando jerseys y colgándolos en perchas en un almacén sin la compañía de absolutamente nadie, más que de la jefa que viene a echar un ojo de vez en cuando y de una radio sintonizada en una emisora muy del palo de Kiss FM.
Lo de no poder hablar con nadie no solo me molesta por estar muriéndome del asco, sino también por no poder practicar el inglés y es que poco a poco parece que me voy enterando de más cosas. Sobre todo va mejorando mi oído y es que cada vez que me hablan tengo que concentrarme como si estuviera jugando al ajedrez para entender lo que me dice por lo complicado del acento inglés, y eso a la larga entrena al oído y cuando me habla un europeo en inglés siento que la claridad se abre ante mí.
Ahora lo que falta es hablar más, y es que lo primero es conseguir expresar de forma fluida el inglés que ya sé, sin pensar en mi cabeza: entonces, si es pasado perfecto tengo que usar el had… Bueno, eso.
Beckham sigue sin saber hablar español, verdad?
Cierro esta mierda de post para comentar que el 23 bajo a Madrid a pasar unos días de navidad con la familia para volver a Londres antes de nochevieja.
Y bueno sí, le hubiera tocado escribir a Gonzalo, pero el pobre hombre está puteado a más no poder en el trabajo. Supongo que ya lo contará él en su próximo post. Desde aquí le mando un mensaje de ánimo para con los japos.