Good bye London (The End of Zalo)
Si tuviese que hacer una especie de conclusión acerca de mi paso por Londres, ésta sería sin duda que no he encontrado nada de lo que he venido a buscar. Mi vida aquí ha sido muy normal, no me han pasado cosas que no me podrían haber pasado en Madrid, salvando el hecho de haber conocido a bastante gente de países y culturas con la que difícilmente podría haber entablado relación en mi ciudad natal. Supongo que esa es una de las grandezas de la capital del imperio británico, la característica que la expone siempre como ejemplo de modelo social multicultural.
La verdad es que, desde mi punto de vista, creo que ese hecho en concreto está bastante falseado. En Londres la gente ésta tensa, los ingleses de nacimiento no soportan ver que su ciudad ya no es suya, es del mundo, es de la India, de China, de Japón, de Francia, de Italia, de Brasil, de España, de Polonia…La paranoia causada por los sucesos del 7J agrava la situación. En Londres es mejor no mirar demasiado a la gente, y ten mucho cuidado para no tropezarte sin querer con alguien.
Como ciudad, no es de las más bonitas que he visto, pero el listón estaba bastante alto después del viaje del último año de carrera. Londres es gris, no es un tópico, es una ciudad muy industrial y algo feucha. Eso no quita que haya un par de lugares de los que estaré toda la vida enamorado, como Trafalgar Square, algún que otro puente, Windsor (curiosamente éste último no se encuentra en Londres Ciudad)…El gran fallo de Londres, para mí, es la vida nocturna, es cara, de club, pastillera y con mucho ambiente, aunque no en el sentido deseado.
Lo que más he hecho en Londres ha sido madurar, quizá demasiado, asumir las responsabilidades de tener que mirar por tu piso, de trabajar para pagar las facturas, de administrarte, de poner tus propias reglas y saber saltártelas sin dañar demasiado tu ética. También he aprendido un poco de inglés, menos del que podría haber aprendido, pero suficiente como para desarrollar un nivel bastante aceptable con un poco más de entrenamiento. Digamos que con respecto al idioma, lo que me llevo es la base.
Mi relación con ésta ciudad ha sido muy similar a la que he tenido con mi compañero de viaje. Hemos tenido muchas riñas, pero hemos sido parte el uno del otro, y también hemos tenido grandes momentos. Recuerdo con especial cariño las primeras semanas, en las que nos veíamos durmiendo en un parque y tocando la guitarra en el metro para poder sobrevivir. Los días de los hostales, del “todo es nuevo”, de “todo me parece interesante”. La rutina le quitó magia a la ciudad, limitó las posibilidades de conocer gente y desvió muchos de los planes que habíamos imaginado.
Mi adiós a Londres no es un adiós triste, de hecho tengo muchas ganas de volver a Madrid. Me pasa con todo. Dentro de siete meses volveré a estar hasta los cojones de Madrid y buscaré otra ciudad de la que poder cansarme…Las nuevas tecnologías hacen que despedirme de las personas que quedan atrás tampoco sea del todo triste, de hecho, divierte el hecho de saber que puedo tener casa hasta en Toyama, si algún día me da por ir a Japón.
Estoy convencido de que dentro de unos años todo esto cobrará más sentido y mi análisis de mi paso por Londres será muy diferente. Me imagino con Curro recordando al James, o cuando al Fran se le cayó la tortilla delante de las japonesas, o lo buenas que estaban todas esas orientales e hindúes a las que no veremos en España, o aquella “nochevieja” que tuvo un poco de todo, y ochocientas como esas que no saldrán hasta dentro de un tiempo y con alguna que otra copilla de más.
En fin.
Good bye London, sabes que te he querido y te he odiado, que he pensado en pasar toda mi vida contigo y en huir de ti el día después de una discusión. No me has dado nada de lo que he venido a buscar, me has puesto de los nervios y me has dado dolor de cabeza, pero he aprendido mucho, no de ti, de mi mismo, el caso es que ha sido contigo y eso es lo que cuenta ¿no?
Y nada, a vosotros, lectores constantes, deciros que muchas gracias por seguir nuestras aventuras y que perdonéis que haya sido tan coñazo, se agradece mucho la atención prestada. Quedan muchas cosas que contar, pero ya será cara a cara.
Me da la sensación de que a éste post final le faltan muchas cosas. Se las dejo al Curro, que tiene más tablas.
Si quieres saber qué va a ser del Zalo a partir de ahora, pasa a la página 22
(www.beyondtheconcussion.blogspot.com)
La verdad es que, desde mi punto de vista, creo que ese hecho en concreto está bastante falseado. En Londres la gente ésta tensa, los ingleses de nacimiento no soportan ver que su ciudad ya no es suya, es del mundo, es de la India, de China, de Japón, de Francia, de Italia, de Brasil, de España, de Polonia…La paranoia causada por los sucesos del 7J agrava la situación. En Londres es mejor no mirar demasiado a la gente, y ten mucho cuidado para no tropezarte sin querer con alguien.
Como ciudad, no es de las más bonitas que he visto, pero el listón estaba bastante alto después del viaje del último año de carrera. Londres es gris, no es un tópico, es una ciudad muy industrial y algo feucha. Eso no quita que haya un par de lugares de los que estaré toda la vida enamorado, como Trafalgar Square, algún que otro puente, Windsor (curiosamente éste último no se encuentra en Londres Ciudad)…El gran fallo de Londres, para mí, es la vida nocturna, es cara, de club, pastillera y con mucho ambiente, aunque no en el sentido deseado.
Lo que más he hecho en Londres ha sido madurar, quizá demasiado, asumir las responsabilidades de tener que mirar por tu piso, de trabajar para pagar las facturas, de administrarte, de poner tus propias reglas y saber saltártelas sin dañar demasiado tu ética. También he aprendido un poco de inglés, menos del que podría haber aprendido, pero suficiente como para desarrollar un nivel bastante aceptable con un poco más de entrenamiento. Digamos que con respecto al idioma, lo que me llevo es la base.
Mi relación con ésta ciudad ha sido muy similar a la que he tenido con mi compañero de viaje. Hemos tenido muchas riñas, pero hemos sido parte el uno del otro, y también hemos tenido grandes momentos. Recuerdo con especial cariño las primeras semanas, en las que nos veíamos durmiendo en un parque y tocando la guitarra en el metro para poder sobrevivir. Los días de los hostales, del “todo es nuevo”, de “todo me parece interesante”. La rutina le quitó magia a la ciudad, limitó las posibilidades de conocer gente y desvió muchos de los planes que habíamos imaginado.
Mi adiós a Londres no es un adiós triste, de hecho tengo muchas ganas de volver a Madrid. Me pasa con todo. Dentro de siete meses volveré a estar hasta los cojones de Madrid y buscaré otra ciudad de la que poder cansarme…Las nuevas tecnologías hacen que despedirme de las personas que quedan atrás tampoco sea del todo triste, de hecho, divierte el hecho de saber que puedo tener casa hasta en Toyama, si algún día me da por ir a Japón.
Estoy convencido de que dentro de unos años todo esto cobrará más sentido y mi análisis de mi paso por Londres será muy diferente. Me imagino con Curro recordando al James, o cuando al Fran se le cayó la tortilla delante de las japonesas, o lo buenas que estaban todas esas orientales e hindúes a las que no veremos en España, o aquella “nochevieja” que tuvo un poco de todo, y ochocientas como esas que no saldrán hasta dentro de un tiempo y con alguna que otra copilla de más.
En fin.
Good bye London, sabes que te he querido y te he odiado, que he pensado en pasar toda mi vida contigo y en huir de ti el día después de una discusión. No me has dado nada de lo que he venido a buscar, me has puesto de los nervios y me has dado dolor de cabeza, pero he aprendido mucho, no de ti, de mi mismo, el caso es que ha sido contigo y eso es lo que cuenta ¿no?
Y nada, a vosotros, lectores constantes, deciros que muchas gracias por seguir nuestras aventuras y que perdonéis que haya sido tan coñazo, se agradece mucho la atención prestada. Quedan muchas cosas que contar, pero ya será cara a cara.
Me da la sensación de que a éste post final le faltan muchas cosas. Se las dejo al Curro, que tiene más tablas.
Si quieres saber qué va a ser del Zalo a partir de ahora, pasa a la página 22
(www.beyondtheconcussion.blogspot.com)
5 Comments:
Como tu has dicho las conclusiones de verdad se sacaran en frio, seguramente esto sea en Madrid, fumando y mirando al horizonte en plan Kimi. Sea como sea, ganaste en el momento en el que te fuiste. En el intento.
Echaras de menos mis ronquidos, lo sabes no?
This the end, my only friend, the end (con voz de homer, que si no, no queda igual).
Pues eso, puto Londres y puto fish and chips.
POLLAS GORDAS PA LAS SORDAS
P.D. Aun me parece mentira que perdieramos nuestra armada invencible frente a unos gilipollas
Pos yo también me voy.
Pero a ti nadie te echara de menos Nerea
rober rober rober...
menudo pieza tu primo
y es q la familia es la familia.. madre mia... q person que nos querias meter en la casa...jajaja
Sin coñas.. es un tio to majo.. un placer conocerlo...
El indio quiere instalarse ya de ya en la habitacion!!!
me quitan mi sitio
buen viaje¿?
xcierto.. quien no ha dormido en casa hoy?
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