Pompas y Circunstancias

Aquí el guiri eres tú

2.25.2007

Good Luck!!

Sábado 17 de Febrero: trabajo de 15:00 a 23:00
Domingo 18 de Febrero: trabajo de 15:00 a 23:00
Lunes 19 de Febrero: trabajo de 15:00 a 23:00
Martes 20 de Febrero: trabajo de 15:00 a 23:00
Miércoles 21 de Febrero: trabajo de 15:00 a 23:00
Jueves 22 de Febrero: trabajo de 15:00 a 23:00
Viernes 23 de Febrero: trabajo de 15:00 a 23:00
Sábado 24 de Febrero: trabajo de 15:00 a 23:00

Sábado 24: 23:01

Respiro y sabe a libertad. Después de una semana de ocho días trabajando sin descanso salgo de Beard Papa sin coger ni los bollos que han sobrado. En el móvil tres mensajes de Ana con un argumento claro: nos vamos al Frog ¿quiénes? ¿cuándo? Pues eso, nos vamos al Frog.

El Frog está a cinco minutos de mi trabajo, no me cuesta nada pasarme. Para allá que voy.

No les veo en la cola (¿a quiénes?). De pequeño me contaron varias veces algo sobre un tal Pedro y un lobo que nunca venía, así que mejor no arriesgarse a pagar la entrada sin saber a ciencia cierta si ésta vez viene el lobo con una Carlsberg bajo el brazo.

Seguro que hay alguien en casa, total, al Frog se entra pagando y normalmente ese no suele ser un plan a gusto de todos. En el peor (o mejor) de los casos, siempre puedo encontrarme solo en casa, cocinar tranquilo, cenar tranquilo y ver tranquilamente la película que me habían dejado hace más de una semana.

Me pongo a ello. Howl' s Moving Castle, también conocida como El Castillo Ambulante. Mola, joder que chula, coño! un fuego que habla...y de repente...

Bip bip bip bip

Mensaje de Ana. Otro Mensaje de Ana. Otro Mensaje de Ana. Ahora que estamos tan agustito, tú ves. Apago el móvil maldiciendo al que inventó lo de los mensajes gratis en fin de semana. Al rato mi móvil se enciende por arte de magia y maldigo el haberle entrado al vendedor con la siguiente frase: "dame el móvil más barato que tengas". Más mensajes de Ana, una perdida, otra perdida que le cojo...atención! Una llamada...

Ana y su amiga Teresa me intentan convencer de que vaya. Qué coño! mañana es mi día libre, tengo pasta y, joder, me apetece, si no, no lo haría. Me la juego.

Salgo del portal y ¡toc, toc! ¿quién es? El N15 que se va en tu puta cara. Ok, no perdamos la calma, el mar está lleno de autobuses. Espero un ratito al N15 disfrutando del buen tiempo de Londres en ésta época del año, y en ésto que le veo llegar. Agito mi mano para llamar su atención y nada, un conductor que se ve que hace tiempo que no folla.

Un ratito bastante más largo pasa otro 15. Éste nuevo conductor parece algo más desahogado. Para. Me subo.

Llegando a Oxford Street se sienta a mi lado el hermano malvado de Michael el de Lost. Tal y como yo sospechaba, lo de "pero si el quince te deja en la puerta del Frog!" es tan cierto como que si te barren los pies no te casas. Matemática pura. Así que inicio mi danza, me incorporo, me reincorporo, me levanto, veo por dónde coño vamos, hago un amago de bajarme. Michael 2 empieza a ponerse nervioso y tras dieciocho "What do you want to do?" me doy cuenta de que aunque tenga el móvil pegado a la oreja y ni siquiera me esté mirando...¡está hablando conmigo! Me bajo sabiendo que mi destino es recorrer Oxford Street entera hasta llegar a Tottenham. Oxford Street, sí, la calle en la que trabajo. Recorrerla empapado en tu día libre suena tan divertido como ir a la secretaría de Somosaguas el uno de enero a las nueve de la mañana.

De todos modos, qué más da. Con el puto tráfico que hay, me sale más a cuenta bajar corriendo. La voz de Teresa irrumpe de nuevo en mi cabeza: "si a estas horas no hay casi tráfico!". Entonces veo clara la diferencia entre Londres y Juarros de Voltoya.

Llego al dichoso Frog. No me dejan entrar. ¿Por qué? Pues porque son las tres de la mañana, el garito cierra a las cuatro (Teresa de nuevo: "pero si está abierto hasta las cinco!") y ya hay dentro mil personas. Intento que los cuatro ucranianos que un buen día decidieron colgar los kalavsnikov para empezar una nueva y honrada vida como gorilas de discoteca me dejen entrar aunque sea sólo para decirle a la gente que no me dejan entrar.

No way, my friend. Y eso que soy el único de Londres que no va borracho.

Dos opciones. Me quedo más de una hora esperando a que salgan éstos para que nadie pueda decirme que soy lo peor o mandarme un mensaje gratis diciendo "Fatal", o me vuelvo a casita, escribo un post y veo si Sophie consigue deshacer el hechizo.

A los hechos me remito.

No estoy cabreado con nadie, nadie tiene la culpa. Quizá todo se habría arreglado con dos libras en el saldo del móvil, o quizás ni siquiera. Como mucho estoy cabreado conmigo mismo por no saber decir que no, y tampoco. Mañana tengo el día libre, es todo lo que necesito para ser féliz.

Lo bueno de todo ésto es que con el dinero que me he ahorrado puedo comprarme algo chulo en Candem, qué se yo, una camiseta de los Transformers o unas esposas forradas de piel de leopardo, y también que me puedo acostar sabiendo tres cosillas más:

Cosilla número uno: nunca se deben dejar las películas a la mitad.
Cosilla número dos: los teléfonos móviles deberían tener botón de "no admitir".
Cosilla número tres: la próxima vez que alguien me quiera convencer de algo, que por favor tenga el detalle de emborracharme primero.

(www.beyondtheconcussion.blogspot.com)

2.19.2007

Go ahead

Le abro la puerta a una mujer bajita y rechoncha que, más allá de responder a mi “hello”, me mira como si perdonarme la vida fuera uno de los mayores favores que jamás se le ha hecho a una persona. No sé si será una especie de “metáfora de la vida” o algo así, el hecho de que una de mis tareas más repetidas en mi nuevo trabajo sea el de abrir la puerta después de que a mi mismo tantas otras se me hayan cerrado anteriormente.

Quizá debería haber empezado así el post, o quizá no, sea como sea ya puedo decirlo: TENGO TRABAJO.

¿Limpiar cacas? ¿Fregar platos? ¿Cargar sillas?... ¿Qué haces esta vez, Curro? Me gustaría poder decir que hago de mascota mientras relleno de crema bollos japoneses para así mantener vivo el argumento del post, pero lo cierto es que mi trabajo es tan aburrido como simple “¡que lo digas ya coño!”. De aquí a una temporada voy a hacer de segurata en BHS, una tienda de ropa situada en Oxford St. Sí, en la misma calle donde trabaja Gonzalo San.

Embutido en una americana negra con rayas blancas a lo Stephan Urkel, camisa blanca, pantalones y zapatos negros, mi función viene a ser situarme en la entrada de los empleados para abrirles la puerta cuando tocan el timbre y registrarles las mochilas, bolsos o bolsas a estos mismos cuando salen de la tienda para comprobar que no se han mangado nada. Eso solo me ocupa unos minutos al día, el resto de horas las mato paseando de un lado para otro por la sección de hombres vigilando que nadie robe nada. Pasear. Algo a lo que me voy a tener que acostumbrar a hacer durante horas. Mi modalidad favorita es andar con una mano cogiendo la otra por detrás de la espalda posando el dorso en mi culo, muy en plan jubilado andando por la playa de Matalascañas. Tampoco está mal lo de andar con los brazos cruzados vigilando a los lados pareciéndome más a un profesor cabrón que no hay quien pueda copiar con él. De momento noto que mi mente se está fortaleciendo. No acabar como una puta cabra: Un reto.

Ni pistola, ni porra, ni esposas… nada, si algún día a cinco rusos de dos metros y 150 kilos les parece que robar un jersey puede ser una buena idea, mi única defensa será el walkie talkie con el que pedir refuerzos y las cámaras situadas por toda la tienda. En teoría, si veo a algún sospechoso tengo que avisar a camera room y decirles que cámara tienen enchufar dándoles a su vez una descripción del tipo al que deben pillar mangándose algo. Pero claro, esa es la teoría, la practica me dice que sospechar de alguien no es nada fácil cuando estas rondando de un lado para otro dejándote ver.

Mi función cambiará de aquí a un par de semanas y es que mi horario será diferente. Pero no diferente de pon unas horas aquí, quita otras horas allá, no. La palabra diferente alcanza su máximo sentido en este contexto, y es que de trabajar por las tardes, pudiendo dormir buenamente y llegando a casa no demasiado tarde, voy a pasar a entrar a trabajar a las 6 de la mañana, saliendo a las 3 de la tarde. Despertarme a las cuatro y media de la… joder, de la noche!, será otra prueba más que veremos como cojones consigo solventar.

Lo bueno de este horario será que trabajaré más horas (ya sabes: más horas, más dinero) y me dejará toda la tarde libre para las futuras visitas que se avecinan y de las que ya daré noticias en futuros posts.

En cuanto al resto de cosas de Londres, pues yo que sé: Ha sido San Valentín, ha empezado el año nuevo chino (el año del cerdo), y ha nevado sin que parezca confeti del Hamleys. Lo típico.

2.13.2007

When Queenie San Fall

Dicen que en ésta vida, para ser feliz, para sentirte completo, para sentirte seguro, necesitas tener a alguien a quien amar, buoh buoh, qué bonito, sobretodo en este día tan señalado para los jefes de ventas. Pocos son los que se atreven a decir en voz alta la letra pequeña...

En esta vida, para ser feliz, para sentirte completo, para sentirte seguro...necesitas a alguien a quien odiar.

A lo mejor no, a lo mejor algo, a lo mejor odias los lunes, los perros, las acelgas, no sé. Yo me siento mas feliz, completo y seguro cuando el objeto de mi odio tiene nombre y apellidos. Pues bien, mundo, este es el objeto de mi odio: Queenie Tan. Origen: Malasia. Edad: desconocida. Aficiones e intereses: joder a Gonzalo San.

Previously in my posts, pudisteis ver otras alusiones a Queenie San, concretamente recuerdo dos: la vez que la dije "no me gustas" y la del who is who: "la puta de mi jefa". Queenie San estuvo casi tres semanas llamándome Pablo, me reservaba los trabajos mas putos y me culpaba de prácticamente todos los males de la tienda. Queenie San me dijo que me pusiese una camiseta interior debajo del uniforme para que no se me viesen los pelillos del pecho (claro signo de racismo el prohibir una seña de identidad tan propia del macho Ibérico), Queenie San me tiró una vez de los calzoncillos, me quiso liar con Naoko San. Queenie San siempre me echaba la bronca delante de los clientes.

Queenie San no me dijo ni una sola vez que había hecho algo bien.

Excepto hace aproximadamente una semana. Me pidió perdón si había sido muy dura conmigo. Dos días después me dijo que había mejorado mucho, que se notaba que sabía moverme por la tienda...Queenie San me echó un piropo!!

Cuatro días después apareció una carta en el tablón de anuncios de la tienda: Queenie no será nunca más la manager de ésta tienda, durante estos dos meses la hemos conocido muy bien y seguro que la echaremos mucho de menos. Uniros a mí en desearle la mayor de las suertes en sus decisiones futuras.

Firmaba el Director de la Compañía.

La noticia, en lugar de producirme 100.000 veces mas placer que un chute de heroína durante un orgasmo, me dejó bastante frío, la verdad. Ahora que empezábamos a llevarnos bien. Además, en realidad no era la mala de la película, quizás solo era el submalo cutre del videojuego, el mini-monstruo que guarda la guarida del monstruo final: el Director de la Compañía. Porque vale, a mí Queenie San me puteaba, pero no tanto como para no renovarme sabiendo que soy una puta máquina trabajando en la tienda (a los enemigos, ante todo respeto) y sobretodo sabiendo que el visado me va a expirar. Felicidades Queenie San, has ganado un billete de vuelta a Malasia.

Un día después me encontré a Queenie San fuera de la tienda, mirando tras el cristal y comentando con una amiga, rollo: "mira, ahí es dónde solía trabajar". La saludé y estuve hablando con ella, libre del peso del pensar que la que está delante es mi jefa y no cualquier otra persona, una persona normal, con los mismos derechos que yo (exceptuando los que tengo por ser una persona normal perteneciente a la Unión Europea, jijijiji...). Lo último que me dijo fue "take care" y "be a good boy", y el universo volvió a hacerme recuperar un poco la fé.

Hoy me he vuelto a encontrar a Queenie San por la calle. Y la conversación ha sido literalmente así:

Gonzalo: Queenie San!!
Queenie San: ...
Gonzalo: Queenie San!!
Queenie San: ...
Gonzalo: ...
Queenie San (después de mirar a Gonzalo dos veces, girar la cabeza y seguir andando): ...

Y entonces pensé que le diesen por culo al Universo, y me sentí seguro y completo.

Y entonces pensé que le diesen por culo a Queenie San, y me sentí feliz.

Feliz Día de Valentín San.

(www.beyondtheconcussion.blogspot.com)

2.07.2007

Do not feed the pigeons

A veces tengo esperanza. Una especie de fe ciega en creer que realmente no existen los gilipollas, que lo que existen son estúpidas poses más o menos claras sobre la imagen que la gente quiere proyectar sobre su personalidad. Como una barrera que dice: “hey, te voy a demostrar que soy chungo, pero eso sí, algún día te darás cuenta de lo buena persona que soy”.

Tal día como hoy, mi esperanza se viene abajo.

Nuevamente vuelvo a trabajar a jornadas esparcidas entre una semana de incertidumbre, y es que rara es la vez en la que se con más de un día de antelación donde y cuando voy a trabajar, y en qué voy a trabajar.

La resaca y la siesta están unidas por un lazo muy fino. ¿De que coño hablas, tío?¿Un lazo? Sí, joder. Aquí va el paralelismo:

- Pufff, joder que sueño tengo. En cuanto llegue a casa me voy a echar una siesta de las buenas. De esas que te pones el pijama, apagas las luces y te tapas hasta el cuello. Siii... que siesta, ¡qué siesta!.

Horas más tarde te encuentras delante de la pantalla del ordenador escribiendo un post y pensando que quizá durmiendo no se saborea del todo las horas que no estás trabajando.

- Pufff, joder que resaca tengo. No vuelvo a beber en mi puta vida vamos, ¡ni loco!
¿Y está noche había una fiesta? JA JA! No voy, no voy. Hoy me quedo en casa.


Horas más tardes te encuentras en esa misma fiesta con tu tercera copa en la mano acordándote entre una semisonrisa de tu pensamiento de esa misma mañana y pensando a la vez “lo sabía”.


Hoy me ha tocado de nuevo en City Cruises (eso de los barcos). Limpiando. A las siete de la mañana estaba en frente de la puerta del trabajo esperando que alguien se dignara a permitirme trabajar para que al menos se me pasara el frío.

Desde que estoy en Londres incontables han sido las veces en la que me he encontrado con las rodillas hincadas delante del váter. Y si mi yo del futuro acabara de leer esta frase, avergonzado se sentiría de que esto se debiera a que su yo del pasado ha estado limpiando zurraspas por medio Londres y no vomitando después de su catorceava fiesta en dos días.

Un buen trabajo el de hoy a pesar de todo, buena comida, mucho movimiento con lo que las horas se me han pasado más rápidas... eso si, mi supervisor, un gilipollas. Me ha desmoralizado en más de una ocasión quejándose de la más mínima estupidez y poniéndome más nervioso, lo que a su vez hacía que la cagara más. Círculos viciosos putos.

En días pasados he conocido a algunas personas. Especial mención voy hacer en Marius (Marriz) un hardcoreta con pelo largo, pendientes y que todo el dinero que está ganando lo está ahorrando para comprarse una Gibson Les paul. Yo creía que lo que hacía que mis conversaciones con mis compañeros de trabajo fueran triviales, era causa de mi inglés. En esa misma tarde tras hablar de música, del indeseable que lleva la agencia a la que estamos ambos apuntados y de nuestras fantasías eróticas, me encontraba diciéndole en alto a Marius: Que te jodan.

Otras muchas frases fundamentales para el buen funcionamiento de la humanidad le he enseñado en español a Marius. Él ha hecho lo propio en polaco.

Gente como Marius me hace recuperar la esperanza que me hace perder gente como el supervisor.

Por último decir que a la izquierda, debajo del archivo, he colgado el link de Flickr, donde iré colgando fotos de Zorra y Culo para contextualizar un poco con imágenes.

Qué os gusten y Zrob mi Loba.

2.03.2007

The beating of your heart baby

Guau!!

Y ahora qué cojones hago??

Se supone que despues del error fatal de cambiar mi cuenta de blogger vieja a una nueva, no debería dejarme acceder a publicar un comentario...Bueno, ya que estamos aquí habrá que intentarlo, no sea que cuando me apetezca de verdad, el Dios de internet vuelva a retirarme la palabra.

Escribir sin objetivo. Bonito juego de azar, linea divisoria entre el mas cutre de los posts y la genialidad espontánea. Seguramente solo un post más.

Podría sacar partido del éxito cosechado con el anterior post escribiendo la segunda parte del Who is who, incluyendo a todos los compañeros de piso a los que mi mentor Currelas condenó al anonimato (Alfred, Claire, Lip to Lip, Fasolito, La Lavadora, el Sofá Nuevo...), pero seguramente resultaría bastante forzado, y además no me sale de los cojones, así que nada.

Me duele la cabeza. Hangover lo llaman por aquí. Se me ocurre un chiste malo sobre un tal Ernesto que vive en Mónaco, pero sugerirlo siquiera ya resulta bastante patético.

Podría contar algo sobre la noche de ayer, pero no dió tanto de sí. Bebimos, salimos a Candem Town al Worlds End, conocimos a dos americanos, robamos cervezas, una sabía como a sidra, es posible que hayamos contraído algún virus y que ahora mismo esté eligiendo el nuevo color de las paredes de nuestros estómagos. ¿Libras o salud? La respuesta está clara amigo mío.

Finalmente Curro y yo decidimos entrar al Underworld, la discoteca anexa al Worlds End. La cosa prometía, música aceptable, gente del rollo...Al final resultó ser una mierda de discoteca como cualquier otra.

Seis pounds menos. Siete si contamos el que se tragó la cabina en un intento por llamar a las chicas ("sacadnos de aquí, por favor"). Mientras la suela de mi zapatilla le pedía amablemente a la cabina que por favor me devolviese el pound, un gorila de la discoteca vino a echarme la bronca con la misma amabilidad.

Dos autobuses después estábamos en casa. Fin.

Una mierda de historia, ¿a que sí? Bueno, por lo menos salimos, cosa que hacía tiempo que habíamos olvidado, así que el quinto día de la semana fué VIERNES, cosa rara cuando tus días laborables los eligen con el mismo cuidado que a los concursantes de la Ruleta de la Fortuna, que sí, son todos muy simpáticos, pero joder, que tios más tontos.

¿Siguen echando ese programa?

Si todo sale bien, este miércoles podremos contaros una historia decente.

PD: los subtítulos del DVD de Final Fantasy VII: Advent Children que me he comprau vienen en:

Arabe
Búlgaro
Croata
Checo
Danés
Holandés
Inglés
Estonio
Finlandés
Griego
Hebreo
Hindú
Húngaro
Islandés
Italiano
Latvian (¿?)
Lituano
Noruego
Polaco
Rumano
Ruso
Serbio
Esloveno
Sueco
Turco

Confirmado, seguimos siendo el culo del mundo.

(www.beyondtheconcussion.blogspot.com)